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La contaminación de Santiago nos va a matar (1813)

La contaminación de Santiago nos va a matar (1813)

En la actualidad, la cuenca de Santiago sufre con la contaminación año tras año, siendo sus habitantes las víctimas y victimarios de todos los elementos que hacen de esta ciudad, entre los meses de abril y julio, irrespirable. La mezcla de un clima frío y seco con la nula ventilación, hacen que los virus y las bacterias se propaguen con rapidez y los infantes sean su mayor campo de entretención provocando que los consultorios, hospitales y clínicas estén desbordados con un precario nivel de atención.

Las autoridades del gobierno central y el desarrollo de políticas públicas no han logrado dar con la solución en décadas o podemos decir en siglos. Una prueba de ello es lo que podemos encontrar en el sitio de memoria chilena que da cuenta de cómo en los años 90 un decreto supremo declaraba a Santiago una ciudad saturada de contaminación.

“Mediante el Decreto Supremo N° 131 de 1996, Santiago fue declarada «Zona saturada por ozono, material particulado respirable, partículas totales en suspensión y monóxido de carbono y zona latente por dióxido de nitrógeno». A partir de este hecho se procedió a elaborar el Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica, conocido también con las siglas P.P.D.A. El objetivo general del plan fue constituirse en un documento maestro y guía de los asuntos de contaminación atmosférica junto con proteger la salud de la población y bajar de ese modo, la exposición de ella a concentraciones dañinas para el bienestar físico y de la calidad de vida.”

No solo Santiago tiene problemas de contaminación, según la versión online del periódico chileno La Tercera:

Coyhaique presenta los mayores índices de polución de América, y junto a las ciudades de Padre las Casas, Osorno, Temuco, Andacollo y Rancagua, se sitúa dentro de las 20 más contaminadas del continente. Además, es la 139° ciudad más contaminada del mundo, si se considera solo el PM2,5.”. Basado en el último reporte de calidad de aire urbano dado a conocer el 2 de mayo de 2018, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que analiza los datos de 4.357 ciudades de 108 países, desde 2010 hasta 2016. La tercera, recuperado el 12 de mayo de 2018. 

Los contaminantes del aire, según la profesora mexicana de ingeniería ambiental Blanca Jimenez Cisnero“se clasifican en primarios o secundarios, según sean emitidos a la atmósfera por fuentes de origen natural, debido a las actividades humanas, o que se formen en la atmosfera por las interacciones químicas entre los contaminantes primarios y los constituyentes y condiciones de la atmosfera.” (Jiménez, B. E.,2001).  Esta descripción es la representación de casi todas las ciudades contaminadas de Chile, ya que son muy frías y con problemas de ventilación, lo que hacen que el uso de la calefacción por leña sea muy intensa.

En el caso de Santiago de Chile, hay antecedentes del Cabildo de Santiago del 12 de enero e 1813 donde ya se hablaba de la contaminación que han provocado algunas quemas en los montes y que el humo se iba a la ciudad:

Cabildo de Santiago de 1813, Archivo Nacional de Chile

«Observando el cabildo que toda la atmosfera alrededor de la ciudad estaba cargada de un humo espeso y caliente que causaba notable variación en el temperamento procurando inquirir el lugar en que habría pegado el fuego a algún monte de cuya causa solamente podría provenir aquel accidente se comisiono al señor regidor Don Antonio Hermida para que con el celo de alguaciles y cuatro ministros haberiguare y diese parte del resultado. Con lo cual no siendo ya hora de continuar el despacho se disolvió el acuerdo firmándolo los señores del margen en la sala capitular de Santiago de Chile a 12 de Enero de 1813.”

 Siguiendo el cabildo del 13 de enero de 1813:

“Leído el acuerdo anterior y firmado por los S.S que a el asistieron se acordó pasar oficio a la Excelentísima Junta representándose los graves daños que causaron en las poblaciones las quemazones de los campos inmediatos y pidiéndole diese sus providencias a efecto de evitar este humo.”

 En 1849, el doctor Javier Tocornal de la Universidad de Chile expuso en la sesión del 3 de abril en la Facultad de Medicina i de Ciencias Físicas i Matemáticas de la Universidad de Chile, sobre la “Higiene pública, causas principales de las enfermedades en Santiago”, donde una de las variables de su estudio era la calidad de la atmósfera y cómo eso podía determinar algunos estados endémicos:

“Estas condiciones atmosféricas manifiestan amenudo ciertos estados endémicos que hacen tomar a las enfermedades diferentes caracteres particulares que constituyen el jenio epidémico reinante. Por eso vé que unas veces predomina el tipo catarral, otras el inflamatorio i otras en fin el atáxico o adinámico; de manera que puede decirse que la generalidad de las enfermedades se complica con este tipo particular, que, como se hace tan general, parece que fuera una la enfermedad reinante”

El doctor describía a Santiago como:

Ciudad de Santiago, donde se observa la maestranza Vicuña Mackenna Colección: Museo Histórico Nacional

“…ciudad ubicada en un terreno bajo con respecto a los demás que la rodean; en derredor suyo, exceptuando la parte del Llano de Maipo que hasta el río de este nombre se extiende hacia el sur, en una distancia de siete leguas, tiene cadenas de montañas que la dominan, sobre todo a la parte del Este en que se hallan los Andes mui próximos a ella, i su altura sobre el nivel del mar es de 667 varas.”

“Esta circunstancia i la de hallarse Santiago considerablemente lejano del mar no permiten que su atmósfera sea constante i frecuentemente renovada; i los vientos reinantes son tan irregulares, o mas bien, tienen diariamente tantas alternativas, que no son suficientes a producir la renovación de la atmósfera, a la cual se oponen también los obstáculos físicos de las montañas de que se acaba de hablar; i por esto sucede todo lo contrario de lo que se observa en los lugares próximos al mar o rodeados por él, i en los países planos, donde nunca la atmósfera permanece estacionaria.”

“De aquí resulta que el aire de la capital se impregna fácilmente de miasmas deletéreos en mas o menos abundancia, según las estaciones – Estas miasmas producidos por los lugares pantanosos que existen en las inundaciones de la población, por la descomposición continua de materias animales i vejetales que fermentan, tanto en las acequias interiores de las casas como en las que van por las calles, por las acumulaciones de basuras i otras inmundicias, i en general por la falta de aseo, se incorporan al aire que respiramos i le hacen perder todas sus propiedades saludables, haciéndole adquirir gran cantidad de principios nocivos.”

Es importante la descripción del doctor, de la ciudad y su conexión con la salud desde el ámbito ambiental.

“La atmósfera de Santiago tiene también otras condiciones que es necesario apreciar al hacer la descripción de la topografía medica de esta ciudad. El aire es generalmente seco, ardiente en la estación de verano i frio i penetrante n la de invierno; sufre transiciones repentinas u temperatura, tan considerables, que con frecuencia después de haber experimentado una noche demasiado fría al dia siguiente nos encontramos bajo la influencia de un calor sofocante; observándose que es común que el termómetro centígrado tenga una variación de 20 25 grados del día a la noche; variación debía a la altura en que nos hallamos i a las montañas que nos rodean.”

A manera de conclusión, las políticas públicas desde la antigüedad no han llegado a buena hora para poder solucionar los problemas con la contaminación a lo largo de todo Chile. Todos los años es un tema principal de las pautas de los medios, pero que las autoridades solo reaccionan sin planes efectivos para mitigar la contaminación ambiental. Veremos constantemente como la culpa de la leña, incluso el carbón prendido para los partidos de la selección de fútbol de Chile, han sido factores relevantes, según las autoridades para las emergencias críticas del Smog y no así, los casi 8 millones de vehículos (El Mercurio, 2016) que transitan por nuestro país contaminando fuertemente. 

Por Jonathan Segovia y Pablo Moya

Documentos para Bajar:

Foja Cabildo de Santiago, 12 de enero de 1813

Foja Cabildo de Santiago, 13 de enero de 1813