En el año 1881, la ciudad de Valdivia fue víctima de la poderosa Madre Naturaleza, aunque esta vez no fue un incendio o un movimiento telúrico, sino un tornado originado en el mar conocido como Tromba Marina, ocasionando un gran desastre a su paso.
Fue un acontecimiento inesperado. En primer lugar, porque el fenómeno no acostumbraba a ocurrir en zonas tan australes del mundo y, en segundo lugar, porque probablemente nadie pensó aquel 26 de abril que un tornado formado en el mar avanzaría tanto desde el río Valdivia hacia el centro de la ciudad, destrozando todo a su camino.
Según documentos de la época, antes que se produjera la Tromba Marina, Valdivia vivía un temporal pocas veces antes visto; con vientos fuertes, tormentas eléctricas y una incesante lluvia, que por momentos se convertía en granizos de un gran tamaño.
Tras concretarse el tornado marino, avanzó hacia el centro valdiviano. Antes de esto, el fenómeno natural logró llegar a otros sectores de la región siendo uno de ellos la Isla Teja, donde la Cervecería Anwandter fue una de las más afectadas por el fenómeno natural, perdiendo tres de sus edificios.
Al llegar a Valdivia, la Tromba no destruyó estructuras y arrasó con todo a su paso, siendo la Intendencia, el edificio más perjudicado, desmantelándose completamente hasta sus cimientos.
La Iglesia Matriz (actual Catedral) también sufrió daños graves, en especial la torre de aproximadamente 15 metros de altura, que cayó sobre la plaza central. Un dato anecdótico es que la campana de la iglesia no sufrió daños graves, como tampoco el reloj.
Otro signo claro del poder de la tromba marina fue que logró sacar de raíz casi en su totalidad los árboles de la plaza, además de trasladar las techumbres de los edificios afectados a zonas aledañas como Angachilla y Collico.
Este episodio, que no tuvo víctimas fatales, provocó la remodelación casi total de la ciudad.
Fuente: Walter Avila.
Rescatado de: http://www.14sur.cl/tromba-marina-de-1881/