Este año 2022 se verá el renacimiento de una de las grandes obras intelectuales de Amunátegui, pero ¿quién era este hombre y por qué tiene en cada ciudad importante de Chile, una calle que lleva su nombre?
Miguel Luis Amunátegui (1828 – 1888) fue un intelectual chileno forjado bajo el alero del Instituto Nacional, testigo de sus diferentes relaciones de amistad con otros intelectuales chilenos de la época. Con 19 años se desempeño como profesor de Humanidades, motivo que lo llevó a realizar una gran producción en investigaciones históricas como la «La dictadura de O’Higgins», «De la instrucción primaria en Chile: lo que es, lo que debería ser», «La cuestión de límites entre Chile i Bolivia», «El terremoto del 13 de mayo de 1647», entre otras. Fue discípulo de Andrés Bello lo que significó en su vida, un gran interés por la política y la administración pública de su país. Se declaró un hombre liberal que lucho por la educación y por la separación del Estado con la Iglesia, siendo un actor relevante como parlamentario de las «leyes laicas» del siglo XIX.
Amunátegui falleció en 1888 producto de una neumonía y sus obras tomaron una real importancia, por su gran nivel de profundidad en cada tema histórico que desarrollo.
El estudio de un fenómeno
El año 2020 el mundo fue azotado por la gran pandemia del siglo XXI, que trajo consigo situaciones y acciones extremas que influyeron grandemente en las sociedades del mundo, por medio de restricciones sociales de toda clase. Producto de las largas cuarentenas, dos investigadores de fenómenos sociales, Pablo Moya y Alfredo Palacios, tuvieron la idea de reeditar uno de los libro más emblemáticos de Miguel Luis Amunátegui, como lo es el «El terremoto del 13 de mayo de 1647». Según Pablo Moya, esta obra intenta poner en valor una gran investigación, que las nuevas generaciones han olvidado, y que describen muy bien, a través del estudio documental, la gran destrucción de la ciudad de Santiago y todas las muertes que provocó este magno sismo.
«Las magnitudes de este evento lo llevan incluso a ser considerado el evento catastrófico más grande del siglo XVII en nuestro país. Por lo que es imprescindible el poder recurrir a esta fuente histórica al momento de hablar de la historia de la capital de nuestro país. Asimismo, se desarrolla en la historia del Cristo de mayo, y otros testimonios muy interesantes, con todo ello tiene que ver el poder reeditar esta obra.»
Al revisar la obra de Moya y Palacios, nos encontramos con la corrección de la escritura explicando «conceptos» un tanto confusos, lo cual entrega mayor fluidez al relato, describiendo de mejor manera, el como la sociedad santiaguina vivió un desastre de tan grandes magnitudes como lo fue el «terremoto de mayo».
«El terremoto del 13 de mayo de 1647, es una lectura necesaria para la población chilena que ayuda a poner en contexto la historia telúrica del país y por ende, ver la construcción de una sociedad que vive el desastre como una forma implícita de ser parte de un país.
Por Jonathan Segovia