El día 15 de abril de 1889, en el Canal Messier, al sur del golfo de Penas, el vapor Cotopaxi vio por última vez la luz. Perteneciente a la compañía Inglesa de Navegación por Vapor en el Pacífico salió procedente de Liverpool con destino a Valparaíso, atravesando el Estrecho de Magallanes, lugar en donde sufrió la primera de sus peripecias, la que sería un presagio de lo que finalmente sucedería.
El 8 de abril del mismo año, mientras navegaba por el estrecho chocó con el vapor alemán Olimpia, accidente provocado por la espesa neblina que existía en aquel momento. Afortunadamente las consecuencias de este hecho no fueron catastróficas y luego de unas reparaciones el Cotopaxi continuo su recorrido. Sin embargo el día 15, se estrello con una roca no señalada en las cartas de navegación de aquel entonces, provocando que se abriera una gran vía de agua con lo cual el barco se sumergió de popa en poco minutos.(Vidal, Francisco: Naufragios ocurridos en las costas chilenas. Imprenta Elzeviriana, 1901.)
Afortunadamente los doscientos tripulantes, salvaron con vida, sin antes pasar por grandes penurias, como hambre, lluvia y frió. El triste relato de este suceso lo encontramos a continuación:
Transcripción
Datos tomados de un diario de apuntes de un viaje de uno de los pasajeros del Cotopaxi que ha tenido la amabilidad de suministrarnos respecto al choque y pérdida de dicho vapor.
Entrada al Estrecho de Magallanes del Vapor Cotopaxi.
A la entrada al Estrecho de dicho vapor el tiempo estaba un poco malo y temiendo el Capitán (…) en Bahía Independencia levando ancla a las 4 a.m. y pasó la 1 angostura amaneciendo.
Al salir de estas rozó los fondos ligeramente en el (…) Orange, había mucha neblina y apenas se podía distinguir.
En el camino cruzó con el Jhon Elder llegando a Punta Arenas a las 3. P.M. sin novedad.
A las 5.30 P.M. del 8 de abril salió de Punta Arenas, había buen tiempo, la noche tranquila y clara.
A las 11:20 P.M. se sintió un tremendo choque, los pasajeros no sabían si el vapor se hundía, ó había chocado en una roca, ó si se había estrellado con algún buque.
La confusión de los pasajeros fue terrible lanzándose sobre cubierta, corriendo de un lado a otro y preguntando que sucedía, todos se lanzaban sobre los botes en los primeros momentos de turbación y gracias a algunos pasajeros de 1° que en esos momentos tuvieron bastante sangre fría lograron apaciguar los ánimos restableciendo con gran trabajo la calma.
Las señoras y niños rodeaban a algunos caballeros suplicando amparo y salvación de sus vidas, resignándose por fin a no gritar ni aún llorar, resignación harto difícil en estos momentos críticos.
Lo que había sucedido era lo siguiente:
El vapor alemán Olimpia con rumbo a Punta Arenas cruzó al vapor Cotopaxi frente al Cabo Holland, con el objeto de reconocerlo, creyendo fuese un vapor de la misma compañía mostrando su luz verde; el Cotopaxi seguía navegando con su mismo rumbo sin alterarlo, pero en un momento se apercibió que el Olimpia quería cruzar la proa, y el Capitán del Cotopaxi puso el timón a estribor siendo ya tarde, chocando el Olimpia contra el costado del Vapor Cotopaxi más o menos al centro, metiendo gran parte de la proa en la cubierta de los camarotes, haciendo una rotura de 18 piés por 4 ½ piés , rompió 4 camarotes escapándose milagrosamente los pasajeros que los ocupaban.
En los pañoles hizo una avería de 16x 3 ½ piés y 1 ½ pié a flor de agua – bajo esta cubierta y la línea de agua dos grandes agujeros uno de 18×8 pulgadas y otro de 12x 3 ½ pulgadas, con esto solo pudo irse a pique, tumbándose en el acto, pero gracias a la presencia de (…) del Capitán que sin pérdida de tiempo puso proa a tierra, de la cuál distaba 2 millas más ó ménos y logró vararlo llegando a la playa de Bahía (…) teniendo ya 6 piés de agua.
Todo el mundo abordo se portó admirablemente bien, si hubo confusión en el principio, dominada esta, todos se mantuvieron tranquilos, nadie (…) los botes y no hubieron gritos ni llanto portándose las señoras mui valientes.
Una vez varado el buque se trabajó toda la noche en las bombas con las tripulación y pasajeros hasta las 10 a.m. del día siguiente: logrando tapar provisionalmente las vías de agua y se procedió a tumbar el buque moviendo la carga para proceder a las reparaciones las que se hicieron en dos días.
Se esperó la alta marea arrojando el agua unas 500 barricas de sebo una vez alivianado el buque se puso a flote el día 10 a las 3P.M. yancló en ocho brazas para continuar las reparaciones en los pañoles.
El día 11 a las 3.30 P.M. todo el trabajo estaba terminado faltando solo lo de la cubierta de pasajeros, avería de poca importancia a pesar de su magnitud.
Levó ancla i fue a fondear a Bahía Borjas (…) seguro donde llegó a las 6:30 P.M. Aquí se terminaron las reparaciones y arreglo de planchas que quedaron perfectamente.
El día 12, salió de Bahía Borjas a las 7. 30 P.M.
Al pasar por el golfo de Trinidad sopló un temporal bastante fuerte y el capitán no se atrevió a salir a alta mar. El día 14 salió de Puerto Bueno a las 6.30 A.M. y llego a puerto Grappler a las 5.30 P.M.
El día 15 a las 8.30 PM. teniendo que esperar la alta marea procedió a media máquina hacia las Angosturas Inglesas divisando al entrar el humo del vapor Neko procedente de Valparaíso, a las 15 PM. Pasó la Angostura entrando al Golfo de Penas a toda máquina y ayudado por la marea tuvo un andar de 12 a 13 millas, todo se presentaba bien el mar como espejo a pesar de la mucha neblina.
Pasando la Isla de San Marcos y a 2 ½ millas de esta y en medio del canal a las 2.28 P.M. se sintió un tremendo “crash” y tres golpes sucesivos.
Nadie preguntó que era aquello todo el mundo sabía que el buque se iba a pique y que había chocado (…) en una roca despedazados los fondos, el vapor principio a hundirse.
No hubo confusión, se armaron los botes embarcando las señoras i niños y enfermos incluso un pobre paralitico que venía en cama cada cual en su puesto, algunos pasajeros de tercera intentaron apoderarse de los botes pero afortunadamente fueron rechazados.
El buque se hundió gradualmente encontrándose los náufragos en 8 botes a unas cuantas yardas del vapor, viéndolo hundirse, operación que duro solo 8 minutos desde el choque, salvándose todos con lo (…)
Mientras se hundía el buque algunos de los pasajeros de más ánimo y sangre fría se les ocurrió cantar, gritar inventando mil (…) con el objeto de hacer olvidar la impresión de la catástrofe o a lo menos haciendo desaparecer el pánico de los primeros momentos, habiendo quedado los náufragos por toda provisión con 20 panes, dos quesos y un tarro de mantequilla para 200 alamas entre las cuales habían 30 mujeres i 10 niños chicos.
Formaron in círculo cerca del punto donde se hundió el vapor no quedando más restos que una lanchita a vapor. “El Cóndor”, que venía destinada para Lota sin calderas ni maquinaria y que al irse a pique el vapor se desprendió de la cubierta quedando a flote.
Un minuto después del hundimiento principiaron a salir trozos de (…) palos que saltabancomo si fueran arrojados por una gran fuerza, entre ellos algunas tablas sillas sin quedar más restos del Cotopaxi.
Se determino a armar una vela a dicha lancha con el objeto que pudiese servir para protejer a las señoras y niños; haciéndo rumbo a tierra hacia el sur, la nieblina era tan espesa que apenas se podía distinguir la costa.
El hundimiento tuvo lugar 2 ½ millas al poniente de la Isla Mansos y frente a las de 8…) en latitud muy aproximada 48° 44’ sur y 74° 25’.30 oeste. Se desembarcó a las 4.15P.M. a una milla al norte de la Isla Mansos, habiéndose salvado todos, incluso un perrito. Esta situación principio a ser muy seria y desesperante, sin vivieres, ni abrigo y con 100 individuos de tripulación más unos 50 de la 3ª. quienes podían haber dado bastante que hacer.
Llegando a tierra se sacaron los botes fuera del agua con el objeto de proteger de la lluvia a las señoras y niños que caía a torrentes. Se prendieron fogatas con bastante trabajo por encontrarse toda la leña mojada y así se pasó la noche secándose por un lado, mientras se mojaba el otro.
El día 16 seguia lloviendo, se mandó un bote en busca de choritos lo que afortunadamente eran muy abundantes se recojió leña para mantener las fogatas y se puso un bote de guardia con el objeto de vigilar si se divisaba algún vapor.
El dia 17 seguia lloviendo, todos mojados y sin dormir ni aun poderse recostar en un lugar seco.
El campamento era detestable a la falda de un cerro tupido de bosques impenetrable y ahí todos (…) por la marea que cuando subia llegaba a los fuegos y al bajar dejaba un barro que llegaba a las rodillas.
La mayor parte había perdido el calzado.
Los choros eran un gran recurso pero a la mayor parte les producía vomitos.
EL pan y el queso no podía durar mucho aunque se guardaba solo para los niños racionándolas con una a dos trozos a cada uno.
La situación principiaba a ser insostenible y desesperante en aquella playa. A las 5 a.m. salio el capitán en busca de una playa mejor regresando a la 1P.M. habiendo encontrado una pequeña bahía en la ribera opuesta del canal.
Se dio la orden de levantar campamento y a las 2.15 P.M. se principió a bogar, atravesando el canal en 1 ½ hora habiendo recorrido un trayecto de 3 ½ millas con fuerte corriente.
Casi frente a frente el lugar donde se hundió el vapor se encontró una pequeña bahia, con buena playa, agua, leña abundante y algunos despojos del naufragio, acampando en un sitio abandonado por “fueguinos” y se conocía haberlo abandonado momentos antes probablemente al ver que se dirijian a ese punto.
En esas mismas chozas que se repararon y cubrieron como mejor se pudo colocando a las señoras y niños.
El resto de la jente se dividio en diversos grupos, cada cual prendió fuego y se protegió de la lluvia puéscaia a torrentes durante la noche. Como a si mismo de dia.
En este sitio había la gran ventaja de dominar el canal.
Se colocaron vijias, nadie dormia. Como a las 11 de la noche alguiéndió la voz de una luz, ¡¡Alboroto jeneral!! y todos salian de su (…) viendo mas de una, y debió ser un fuego de indios en la ribera opuesta.
Los niños y señoras ya principiaban a sufrir mucho y no habrían podido resistir dos dias mas pués estaban muy maltratados.
El 18 a las 6 a.m. hubo un grito general un vapor, un vapor. Efectivamente estaba a la vista, salió en el acto un bote que al poco tiempo se puso al habla y era el Setos” Capitan (…) procedente de Centro América.
En el acto dijo que a todos los recibia noticia que se recibió como si fuera la Providencia, “pués es de advertir que segun todas las posibilidades no pasaba Vapor (…) dentro de doce dias, de manera que había sido muerte segura.
A las 8.30 A.m. estaban todos a bordo del Setos con embarcaciones. Las 200 almas que indudablemente iban a perecer.
A bordo del Setos se nos recibió con los brazos abiertos, Capitan, Oficiales, todo el mundo a (…), nos ofrecia cual un sombrero, un par de zapato, un pantalon, un saco, el buque entero se puso a vuestra disposicion y habíamos de menester de la caridad de estos salvadores puésestabamos descalzos y casi desnudos. No hai palabras con que poder espresar el cariño y amabilidad con que fuimos tratados a bordo del Setos tanto de parte del Capitan oficiales y tripulacion. (Fondo Intendencia de Concepción, Archivo Nacional de Chile)
Por Karen Díaz y Pablo Moya