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La primera autopsia en Chile, 1773

La primera autopsia en Chile, 1773

Entre los años 1773 y 1779 hubo una gran cantidad de enfermedades que tenían el carácter de epidemias. La fiebre, la diarrea eran síntomas recurrentes que combinadas con la poca higiene de la población en sí, formaban un escenario casi perfecto para que una de las mayores causas de muertes fueran estas pandemias.

En 1773 la disentería (enfermedad infecciosa del intestino grueso que trae fiebre, dolor abdominal y diarrea con sangre), era pan de cada día en Chile colonial. Los documentos de la fecha relatan que hubo un brote fuerte en Concepción, provocando gran cantidad de decesos de la población. Las autoridades alarmadas con estos hechos, solicitaron a Esteban Yusta y Dionisio Roquant, médicos cirujanos, a realizar la primera autopsia para precisar el origen de las muertes.

«respecto de experimentarse en esta ciudad muchisimos enfermos y que de ellos son pocos los que escapan», ordenaron a los cirujanos mencionados autopsiar el cadáver del soldado Antonio Bueno y establecieron que «el estómago y demás intestinos llenos en parte de dicha bilis, la que por su acrimonía tenía destruida la túnica felposa de dicha parte y para que conste damos éste en virtud de orden en la ciudad de Concepción a 3 de febrero de 1773.» Laval, E. (2019). Una autopsia en Chile en el siglo XVII. Revista Historia, (2), 118-133.

Hospital San Francisco de Borja

En el año 1779 el río Mapocho se desbordó trayendo destrucción en algunas calles y barrios pobres de Santiago, dejando además un problema de higiene que hizo catarsis en la presencia de una epidemia que la llamaron el «malcito», que según el cronista Pérez García,  era «una calentura pútrida que mataba a muchos en tres días». Las autoridades de la fecha, preocupadas por la situación, convocaron a lo que hoy por hoy, llamamos «comité de expertos». A este comité se le llamó «junta de caridad» y estaba compuesta por la Real Audiencia, el Cabildo y el Obispo. Estos después de sesionar, resolvieron que la atención de hombres fuese en el Hospital San Francisco de Borja y la de las mujeres, que «no» alcanzaron atención en el Hospital San Juan de Dios, fuesen llevadas a la casa de huérfanos, algo así como el Sename. También dispusieron que se hicieran fumigaciones en todas las calles, tal cual vemos hoy en algunas comunas. Esta decisión fue tomada basada en la recomendación de una junta de médicos que tomaron el tratado de Thomas Sydenhann, medico de la época, quien señalaba que las fumigaciones evitaban el contagio de epidemias provenientes de vicios de la época. (Urrutia, Lanza. 1993)

Como pueden leer, muchas de las decisiones que hoy toman las autoridades, también las podemos ver a través de nuestra historia, sin ir más lejos, en varios países se adoptaron para dirigir la pandemia del Covid19, los comités de expertos y la sanitización de las calles de las ciudades y pueblos. 

Jonathan Segovia