Hace algunas semanas me acordé que había visto por ahí en alguna vitrina de un mall, un libro con tapa naranja bien luminosa que tenía como título «Volcanes y terremotos». Si bien me gustan los libros físicos donde uno puede hojear, doblar, hasta marcar con papelitos cada hoja que evoca algún recuerdo, también me gustan los libros digitales. Si que revise la app de la tablet para ver si estaba como muestra y así poder adquirirlo. Tuve la suerte que estaba en oferta y lo compré. Debo decir que el título del libro me convocó inmediatamente, al igual que cuando estábamos creando este portal.
Al poco andar, supe que la obra duraría poco tiempo en mis manos, ya que es un libro de fácil lectura que recopila antecedentes desde la ciencia hasta datos históricos sabrosos, de los volcanes más famosos de Chile, combinado con la historia de algunos terremotos que han provocado grandes desastres en todo el país, como el «megaterremoto de 1730» que tuvo como epicentro la zona central de nuestro país.
El autor, Cristián Farías – @cfariasvega – quien se define en twitter como geofísico, divulgador y académico, entrega en sus relatos, un perfil de personalidad de los volcanes del país, casi como la descripción psicopedagógica de cualquier curso de niños y niñas de nuestra educación básica, relatando en simple, lo que ha tomado años entender para los científicos. El mayor ejemplo de ello es el capítulo que da cuenta del volcán Villarrica y sus peripecias a lo largo del tiempo, describiendo como la comunidad y sus autoridades han colocado en tensión la planificación territorial con un claro riesgo, al construir un balneario de lo más top, sobre el marcado camino del magma que saldrá en cualquier momento.
Farías se pasea entre la divinidad de los pueblos originarios y su cosmovisión, hasta la ciencia que hoy lleva un registro segundo a segundo de cada paso que dan estos gigantes de nuestro planeta. Es interesante leer la combinación de datos históricos mezclados con interrogantes que nos suelen aparecer a los habitantes de esta accidentada franja de tierra. Sin embargo creo que en algunos pasajes del relato, es muy marcada la influencia de la agenda política actual, perdiendo quizás, la transcendencia que el texto pueda tener en el tiempo, quedándose simplemente en la actualidad y no adquiriendo una buena vejez.
Es un libro que se hace muy entretenido leer y que someramente, invita a reflexionar sobre la sociedad del riesgo, de la cual somos parte como sociedad chilena.
Jonathan Segovia